miércoles, 22 de diciembre de 2010

Oda al rebujito.



Voy a beberme el silencio, y las miradas. Voy a beberme la noche de madrugada. Voy a beberme la luna en alcohol, embadurnada.
Voy a destilar la vida y a bebérmela, voy a beberme la soledad en la bañera de cualquier hotel, voy a beberme el mañana y el ayer.
Voy a beberme los sueños y las caricias de tu cuerpo, voy a beberme la risa y la carencia de besos, el insomnio y la agonía, el sueño y la alegría.
Voy a beberme la lluvia que cae por la ventana, voy a beberme el recuerdo, voy a beberme la nada, voy a beberme los diamantes que antes derrochaba.
Voy a beberme la fiesta, y los lunares, y los suspiros que van al aire.
Voy a dormir en un portal, como un perro, empapado en alcohol, voy a beberme la luna, voy a beberme el Sol, las musas, las inspiraciones, las prisas y los colores.
Voy a beberme hasta las copas de los árboles, voy a tomar de todo menos decisiones.
Dijo un optimista: "la botella medio llena". Dijo un pesimista: "la botella medio vacía. Dijo un poeta: "esa media botella sobra, mejor vacía".
Y estoy allí bebiendo Martini no aquí secándome las lágrimas.
No soy de alcohólicos anónimos, soy de alcohólicos sin fronteras.

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