miércoles, 29 de diciembre de 2010

LA FILOSOFÍA DEFINITIVA


-Hace tiempo que pienso si no sería mejor no implicarse con nadie. No enamorarse quizás…
-Lo sería, sin duda. El único problema es nuestra propia naturaleza.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Idealmente la anarquía sería el sistema político perfecto. Un sistema igualitario, en el que todo fuera de todos, sin fronteras. Pero nuestra naturaleza nos impide llegar a alcanzar este sistema…
-Sigue.
-El ser humano, su naturaleza, nosotros hemos creado la propiedad privada, las culturas y con ellas las fronteras. Si los seres humanos no poblaran el planeta no existirían fronteras políticas, pero sin fronteras no existiría el ser humano tal y como lo conocemos ahora.
-¿Es equiparable eso al amor?
-Por supuesto. Idealmente como dices sería preferible no vincularse a nadie. Pero está en nuestra naturaleza amar, es una condena con la que debemos vivir, como una peste que llevamos dentro…
-¿No sería posible luchar contra ese instinto de autodestrucción?
-Imposible, estamos diseñados para amar, no hay mayor fuerza que la de amar, cualquier esfuerzo por doblegar dicha fuerza sería en vano. Lo amamos todo. Incluso odiar es amar. “Amamos la vida no porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados a amar.”
Pensar que podemos cambiar nuestra naturaleza es una utopía tan loca como el sueño de crear la filosofía absoluta y definitiva…
-Puede que tengas razón…
-Oye…
-¿Qué?
-Te amo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario