miércoles, 15 de agosto de 2012
Silencios en la arena
Si peregrino entre los valles que dibujan las dunas de tu piel dormida a la sombra de la mía es porque te busco y más que encontrarte me encuentro.
Es porque te ocultas graciosa y ágil en tu versátil ingenio, porque me amas despacio y sin palabras, pero a gritos de tenues caricias enmascaradas, de gestos tranquilos, solemnes y quietos.
Es porque tu piel está acuñada en monedas de un carmesí dorado y frágil.
Porque a través del cristal de tus ojos leo la historia completa del universo.
“Sevilla yo no la abandono por un beso”, pero me vendo fácilmente por cuarto y mitad de tus miradas.
Desierto de plumas en tu piel, suave tintineo de ámbar tras los cristales de tu cara.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario