miércoles, 15 de agosto de 2012

Me destruye


Y ni siquiera el polvo que es de mí me pertenece. Me asemeja a la arena, que duele. Martillea.

Me convierte. Hace de mi burlescas caricaturas de sonrisas puntiagudas. Hieren sonrisas.

Tiñe. Tiñe las almas, las tiñe. Tiñe el carácter, la personalidad, la paciencia, todo lo tiñe.

No soy yo ni el triste recuerdo de mí, taciturno. Tintineo de talentos. Suave sombra de sed.

Y olvida. Todo lo olvida. Olvida sentenciando, olvida mi obra, olvida sus obras. Sus precariedades. La angustia de mi. Lo olvida todo al son del mas triste absurdo.

Ni el olvido se olvida de mi.

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