miércoles, 15 de agosto de 2012

El tanteo de tus tentaciones




Tan tedioso, tan séquito,

del aturdido evento imperturbable,

Por inquebrantable inhóspito hueco tratado,

Por desnublar la quinta séptima treintava muerte,

Tras incertidumbrar el tiempo y enturbiar la temperatura

Tan desquiciado.

En la encriptación especulativa del puto engendro desangelado,

Por travestir la tinta del ensueño tosco y trabajado,

Tan triste, tan sin mí, tan tentaculoso,

Del tentador trinófono trío de tripsinas,

Tras traslocar el tuerto tácito, aniquilado puerto,

Ten en ti el tesón de trepar la traza,

Trabeculada sepia, tapia,

De trepanar el tránsito, de revertir el tejo,

De jorobar el júbilo y de joder el témpano,

Al encontrar el intrínseco egoísta del turbio y tosco y torpe y

tentador traspaso.

Del obsceno obcecamiento, obnubilando el borbotear bullicioso

de la botella,

De la inquebrantable quietud que calla cayendo en quimeras quiescentes,

Tundras.

La próxima será la treceava muerte.

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