Nuestras vidas son dos besos que se encuentran en el aire.
Son dos suspiros volando.
Dos cálidos grises que al mezclarse se hacen blanco.
Son dos besos presumidos.
Dos pieles confusas, deshaciéndose en encantos.
Son dos almas enredadas.
Dos lunas en un lunes de final de primavera.
Son dos estrellas de cera.
Dos miradas impacientes, calculadas al milímetro.
Son dos ideas cruzadas, un desván de pensamientos.
Nuestras vidas son dos besos que se encuentran en el aire,
Y al chocar temblando estallan en un huracán de invisibilidades,
En un sinfín de juegos dormidos, de fuegos artificiales.
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