¿Tan triste es vuestra vida? ¿Tan tristísima que la mía os llega a parecer más interesante?
¿Tan importante soy para vosotros como para que invirtáis tanto tiempo de vuestras vidas en fisgonear la mía? Me halagáis, ciertamente. Me hacéis sentir alguien.
Vivís las vidas ajenas con mayor intensidad que vuestra propia vida, ¿realmente tenéis una vida? ¿O un crisol de vidas extrañas entre las que se encuentra la mía? Si Nietzsche levantase la cabeza lloraría porque lo matasen de nuevo al ver en qué se ha convertido vuestro mundo. No tenéis voluntad de poder, de vivir tendiendo a más, tenéis voluntad de trasponer vuestra vida porque la encontráis tan sumamente vacía y no encontráis manera de llenarla, que viajar a otras vidas es la única de encontrar la vuestra parcialmente llena.
Debéis saber que vivís una continua mentira. Os alimentáis del morbo. ¿De verdad encontráis felicidad en la desgracia ajena? ¿O acaso os parece divertido el sufrimiento y dolor humanos? ¿Habéis sentido auténtico dolor alguna vez?
“Más que lo que digo es lo que escondo, decido vivir sufriendo, nadie es testigo de mi infierno porque está dentro de mí, no conmigo, pero eso es otra historia, mi ego cabalga tras la victoria en el páramo y todo lo que escucha es silencio.”
Por suerte para vosotros, que os nutrís del sufrimiento ajeno, hay muchísimos desgraciados en el mundo, desgraciados a los que vosotros, sanguijuelas, absorberéis toda la sangre hasta verlos caer extenuados. Pero pobres de vosotros si creéis que lo conseguiréis conmigo, soy muy superior a vuestras tristes mentiras infundadas, vuestro dedo de frente no es capaz de comprender el potencial de este PUTO CABRÓN.
¿Soy yo el falso por solucionar mis problemas con la palabra? ¿Por arreglar mis diferencias con otras personas? ¿Pero qué concepto de falsedad tenéis? Vosotros, repito, vosotros sois los únicos falsos, la inmensa mayoría. Vivís una continua falsedad, todos con todos, no os soportáis entre vosotros y sin embargo dedicáis una sonrisa a quien pensáis que no se la merece. Una sonrisa es un regalo demasiado valioso como para andar malgastándolo, pero en cambio vosotros, que escatimáis vida, que no sabéis amar, sí que derrocháis sonrisas, falsas sonrisas.
No sabéis amar, ni vivir, ni sentir, no sabéis nada, ¿qué sabéis?, engañar, mentir, falsear. Siempre tendréis alimento porque siempre habrá desgraciados, pero no dentro de mucho tendréis que buscaros a otro huésped, parásitos.
Vosotros, alimañas, los que alimentáis el odio, la venganza, el resentimiento, no escupís más que basura.
Os odiáis a vosotros mismos, para amar a otros primero hay que amarse a uno mismo. Por amor al odio.
No conozco ningún vino superior a mi sangre, en cambio vosotros, sólo tenéis veneno en las venas y os lo bombea un corazón de plomo.
Estáis podridos, nos vemos en el infierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario