lunes, 25 de abril de 2011

Celebrando que seguimos vivos.



La extraña pasión de sentirse instantáneamente vivo.
De vivir en mis labios el recuerdo no vivido de los tuyos.
Al buscar bajo la lengua los tesoros de tus cálidos encantos.
De tus dulces engaños escondidos, frágiles, como nieve en nuestras manos.
De tu esencia inquebrantable, de tu mente prodigiosa, de tu sentir imaginado.
La increíble noción de tiempo y espacio, de ser que nunca ha sido.
De tus ojos como platos, translúcidos, inertes cristales de Murano.
La calidez de sentir madurar el amarillo, de llegar a adulto sin haber madurado.
La pasión de las pasiones, de sentirse enamorado.